La caseína representa el 84% de las proteínas lácteas y es
uno de los componentes de la leche de vaca que más alergia causa junto a la
a-Lactoalbúmina y b-Lactoglobulina. La leche de vaca contiene un 300% más de
caseína que la leche materna, de ahí su implicación en muchos de los procesos
alérgicos.
La caseína es una sustancia áspera, densa, pegajosa y muy
espesa que tiende a acumularse en el sistema respiratorio y aparato digestivo
siendo muy difícil de eliminar por el organismo. Los síntomas alérgicos que
produce la caseína suelen ser a nivel gástrico y muy similares a los
ocasionados por la intolerancia a la lactosa, de ahí que a veces ambas
patologías se confundan.
A nivel respiratorio la caseína es culpable del exceso de
mucosidad que padecen muchas personas que toman leche de vaca ya que llega
incluso a obturar las vías respiratorias. Está demostrado que los niños que
cursan con episodios respiratorios recurrentes debido a un exceso de moco
mejoran si la caseína es retirada de sus dietas.
¿Qué ofrecer a cambio?
Si se quiere continuar ofreciendo leche de origen animal, la
de cabra se convierte en este caso en la alternativa perfecta porque sus
valores de caseína son prácticamente nulos. ¡Pero ojo! La leche de cabra
comparte con la de vaca otro tipo de proteínas alérgicas por lo que sólo se
debe ofrecer a niños no alérgicos que quieran mejorar sus problemas
respiratorios o a aquéllos que sólo tengan alergia a la caseína.
Otras fuentes proteícas como las bebidas vegetales (soja,
arroz, avena, avellanas…) y las leches hidrolizadas (en donde la caseína está
tan fragmentada que se vuelve fácilmente asimilable por el cuerpo humano) son
alternativas saludables para los alérgicos a la caseína.
¿Qué es la lactosa?
La lactosa es un azúcar que está presente en todas las
leches de los mamíferos: vaca, cabra, oveja y en la humana, y que también puede
encontrarse en muchos alimentos preparados. Es el llamado azúcar de la leche,
(C12, H22,O11) disacárido natural compuesto de glucosa y galactosa.
¿Qué es la Lactasa?
La lactasa es un enzima producida en el intestino delgado,
que juega un papel vital en el desdoblamiento de la lactosa (proceso necesario
para su absorción por nuestro organismo) en sus dos componentes básicos:
glucosa y galactosa. Si los niveles de lactasa son bajos o ésta no realiza bien
su labor desdobladora, aparecen dificultades para digerir la lactosa.
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
La intolerancia a la lactosa significa que no hay suficiente
enzima (lactasa) en el intestino delgado para romper toda la lactosa consumida.
La lactosa digerida parcialmente o no digerida pasará al intestino grueso y es
allí que es descompuesta por las bacterias del intestino grueso, generando las
sustancias de desecho Hidrógeno (H2), Anhídrido carbónico (CO2), Metano (CH4) y
ácidos grasos de cadena corta que provocan todos sus síntomas: dolores,
hinchazón abdominal, diarrea, etc. También es conocida como intolerancia a
productos lácteos, deficiencia de disacaridasa, deficiencia de lactasa,
intolerancia a la leche.
¿Qué síntomas intestinales directos provoca?
Los síntomas se presentan frecuentemente después de la
ingestión de productos lácteos.
Náuseas
Dolor abdominal
Espasmos
Hinchazón y distensión abdominal
Gases abdominales y flatulencias
Diarreas ácidas
Heces pastosa y flotantes
Defecación explosiva
Vómitos
Enrojecimiento periana
¿Qué otros síntomas inespecíficos puede causar?
Al existir una alteración de las mucosas intestinales
también pueden producirse una serie de síntomas inespecíficos en cualquier
parte del cuerpo.
Abatimiento
Cansancio
Dolores extremidades
Problemas cutáneos
Alteraciones de la concentración
Nerviosismo
Trastornos del sueño
¿A que razas afecta más?
Parece que existe una clara relación causa-efecto con el
hábito de tomar leche. Aquellos pueblos que han sido tradicionalmente
"ganaderos", que se han alimentado generación tras generación de la
leche de los animales, presentan menos casos de intolerancia a la lactosa que
otros pueblos no acostumados a su consumo. La mayoría de la población mundial
adulta tiene déficit de lactasa, excepto la población del norte y centro de
Europa.
¿Qué tipos de intolerancia existen?
1. Intolerancia primaria o genética
PROGRESIVA E INCURABLE
Se produce una pérdida progresiva de la producción de la
lactasa, y por tanto una pérdida gradual de la capacidad de digerir la lactosa.
Suele darse a lo largo de la vida en ciertos grupos étnicos y tiene una causa
genética. La personas con esta intolerancia van notando como la ingesta de
leche les causa cada vez más síntomas. Más del 70% de la población mundial
padece de esta intolerancia. Cuando es de carácter primario/genético no existe
curación posible porque el individuo no recupera el enzima y los síntomas sólo
se alivian con la suspensión de los productos lácteos en la dieta. La
intolerancia a la lactosa no es peligrosa y es muy común en los adultos,
quienes en su mayoría al llegar a los 20 años de edad muestran algún grado de intolerancia.
2. Intolerancia secundaria
TRANSITORIA Y CURABLE
La disminución de la producción de la lactosa es secundaria,
ya que esta provocada por un daño intestinal temporal que tiene otra causa (ver
posibles causas). Una vez la persona está curada y cuando la mucosa intestinal
se ha regenerado, desaparece la intolerancia a la lactosa.
Posibles Causas:
· Después del destete, la cantidad de lactasa producida se
reduce si el niño no está continuamente expuesto a la lactosa a través de su
dieta. Por eso es importante introducir la lactosa de forma gradual. Al
principio el bebé sólo puede digerir el calostro (agua rica en proteínas, sales
minerales y factores inmunológicos). Después éste se va enriqueciendo con
lactosa y lípidos hasta dar lugar a la leche definitiva. La leche de la madre
se va haciendo más completa al ritmo de las enzimas del bebé. Es por tanto el
organismo el que aumenta o disminuye las enzimas según sus necesidades, un
desajuste en este proceso es el que provoca esta intolerancia infantil.
· Problemas intestinales provocados por virus, bacterias o
parásitos.
· Celiaquía (enteropatía inducida por el gluten)
· Enfermedades intestinales (Chron)
· Intolerancia a las proteínas de la leche de vaca
· Malnuitrición ligada a una diarrea prolongada
· Operaciones quirúrgicas del intestino delgado
· La toma de ciertos antibióticos
· Situaciones de malnutrición (anorexia o bulimia)
3. Intolerancia completa o Alactasia
DESDE NACIMIENTO E INCURABLE
Esta forma poco frecuente es provocada por un defecto
congénito o genético del enzima. Es imprescindible prescribir una dieta sin
lactosa al lactante para evitar lesiones y complicaciones graves en su
desarrollo.
¿De qué métodos de diagnóstico disponemos?
A. Test de hidrógeno en el aliento (método más utilizado)
Al paciente se le suministra una solución con lactosa
(25-50g de lactosa en 200-400ml de agua) y a intervalos posteriores de tiempo
de 15 minutos se le hace soplar unas bolsas herméticas o probetas de donde se
recogen muestras. Cuando los azúcares no digeridos son transportados al
intestino grueso, las bacterias presentes allí lo utilizarán como alimento y
crearán hidrógeno como producto de desecho. El hidrógeno es absorbido por el
caudal de sangre y expedido en la respiración. El hidrógeno detectado en la
respiración indica que el azúcar ha entrado en el intestino grueso no habiendo
sido bien absorbido en el intestino delgado. Se debe constatar un aumento del
hidrógeno en la respiración tras la ingesta de la lactosa y en base al
resultado se determinará su grado de intolerancia. ejemplos de resultados
positivos/negativos al test (gentileza de ISOMED Pharma)
B. Test sanguineo de sobrecarga de lactosa
Primero al paciente se le hace una extracción de sangre para
conocer su glucemia basal (nivel de glucosa en sangre inicial). Después, como
en el test del hidrógeno, se le suministran 100 gramos de lactosa en una
solución con agua. Seguidamente pasados 60 y 120 minutos se toman de nuevo
muestras de sangre. Si no se produce la liberación de la glucosa -por la
ausencia de la acción de la lactasa que debería estar en el intestino- no se
produce una absorción de la glucosa al torrente sanguíneo a través de la pared
intestinal y por tanto no se incrementa el nivel de glucosa en la sangre y por
tanto se puede decir que existe una intolerancia a la lactosa. Se puede afirmar
que existe intolerancia a la lactosa si la glucemia (nivel de glucosa en
sangre) después de la toma de la lactosa no sube más de 14,4mg/dl (0,8mmol/l)
respecto al valor basal (inicial). ejemplos de resultados positivos y negativos
C. Biopsia del intestino delgado
Las muestras de una biopsia del intestino delgado pueden
obtenerse por EGD (esófagogastroduodenoscopia) u otra endoscopia del tracto
gastrointestinal superior. Se introduce un tubo flexible de fibra óptica
(endoscopio) a través de la boca o nariz hacia el tracto gastrointestinal
superior. Las muestras de tejido obtenidas durante la endoscopia son enviadas
al laboratorio para ser examinadas. Se constata la presencia o no de lactasa en
la mucosa intestinal.
D. Test genético
Estudios recientes establecen que la actividad de la lactasa
está asociada a la presencia de dos polimorfismos identificados en el gen MCM6.
Este método consiste en extraer y amplificar el ADN de una muestra -de sangre o
saliva del paciente- , continuando con un protocolo de hibridación en tira para
así detectar los polimorfismos C/T 13910 Y G/A 22018. El resultado final son
una serie de bandas coloreadas sobre una tira que se interpretan con ayuda de una
plantilla. En función de las distintas combinaciones que se encuentren, se
puede determinar si un paciente es intolerante a la lactosa o no. Ejemplo de
resultado positivo y y negativo y documentación relacionada sobre este método
de diagnóstico comparado con el test del hidrógeno (gentileza de Operon)
¿Existen diferentes niveles de intolerancia?
La sensiblidad a la lactosa puede variar ampliamente,
-algunas personas notan sus efectos de forma inmediata tras consumir pequeñas
cantidades, mientras otras tienen un umbral de sensiblidad más alto y es más
difícil de observar su relación causa-efecto-. Dependiendo del nivel de
intolerancia, cada persona tolerará una cantidad más o menos alta de lactosa al
día. Hay personas que permanecen de forma asintomática toda su vida sino
sobrepasan una determinada cantidad de lactosa al día. Así nos encontraremos
con personas que toleran perfectamente los quesos (que contienen si son curados
muy poca lactosa) o los yogures (dónde gracias a sus bacterias parte de la
lactosa se ha convertido en ácido láctico) y en cambio presentan síntomas
claros al ingerir un vaso de leche. Cada persona debe conocer cuál es su nivel
de tolerancia. Ver termómetro de contenido de lactosa de diferentes alimentos
en la sección El Semáforo. La sensibilidad puede también cambiar con el tiempo
y con el estado general de salud. Un episodio agudo de diarrea, causada por una
infección, puede reducir temporalmente los niveles de lactasa y hacer más
sensible a la lactosa de forma temporal.
Sensibilidad lactosa Cantidad
diaria tolerada
ALTA De 1 a 4g
MEDIA De 5 a
8g
BAJA De 9 a 12g
¿Por qué es importante detectarla y tratarla rápidamente?
Porque la lactasa es una de las enzimas intestinales más
delicadas y vulnerables. Si seguimos tomando lactosa, se agrandará la lesión en
la mucos intestinal y se producirá un círculo vicioso: lesión de la
mucosa/malabsorción de lactosa que será cada vez más difícil de solucionar.
¿Cómo vivir con la intolerancia?
La falta de leche en la dieta puede producir falta de Calcio,
Vitamina D (necesaria para la absorción del Calcio), Riboflavina y proteínas.
Las complicaciones más comunes son la pérdida de peso y la malnutrición. Por
tanto, resulta esencial consumir otros productos ricos en estas sustancias, así
como las dosis diarias recomendadas de vitamina A, C, Fósforo, Magnesio i
Potasio (los cuáles ayudan a la absorción del calcio).
Fuentes alternativas de obtención:
Calcio: Sardinas, salmón, tofu, gambas, col, espinacas,...
Vitamina D: Aunque la crea el propio organismo cuando se
expone al sol, una rica fuente es el hígado de bacalao.
¿Y si no quiero renunciar a los lácteos qué alternativas
tengo?
Si no quieres renunciar al sabor y propiedades nutritivas de
la leche de vaca, desde hace unos años puedes encontrar en el mercado marcas de
leche cuya lactosa se ha eliminado o hidrolizado previamente de forma parcial
llamándose “bajas en lactosa” o total “sin lactosa”. Una oferta que se ha
complementado con productos derivados lácteos como quesos en diferentes
variedades -gouda, emmental, etc -, quesos rallados, yogures, batidos de
sabores, nata, crema, etc...También en nuestro país, ya puedes encontrar
suplementos de lactasa en forma de pastilla/cápsula que te permitirán consumir
productos lácteos. Se recomiendan para uso uso esporádico si comes fuera de
casa y no estás seguro de si los platos contienen o no lactosa, cuando acudes a
una cena de negocios, una celebración, etc. Estas pastillas se comercializan en
países como Estados Unidos, Canada, etc. des de hace años y las puedes
encontrar en el supermercado. PDF Estas pastillas lo que hacen es aportar a
nuestro organismo la lactasa que necesitamos para desdoblar la lactosa de una
comida en concreto, así que deberás de tomarla cada vez que hagas una comida
porque su efecto es momentáneo. Su principal inconveniente radica en encontrar
tu dosis adecuada, ya que ésta siempre dependerá de la relación entre: Tu grado
de intolerancia / cantidad de lactosa ingerida.