LA OSTEOPOROSIS Y LOS LACTEOS
La Organización Mundial de la Salud, afirma que en las
regiones con menos incidencia de fracturas se ingiere mucho menos calcio y
lácteos que en las de mayor incidencia
Hay países como Italia, muy soleados (el sol hace que
nuestra piel sintetice vitamina D, fundamental para el metabolismo óseo), en
que la prevalencia de fracturas de cadera es mayor que en otros mucho menos
soleados, como Polonia.. Curiosamente, el consumo de lácteos es un 25% mayor en
Italia que en Polonia. En cualquier caso, estudios transversales usando los
datos de disponibilidad de alimentos de la FAO indican que las fracturas de
cadera son más frecuentes en poblaciones en las que los productos lácteos se
consumen de forma habitual en grandes cantidades
De nuevo, en el informe técnico de la Organización Mundial
de la Salud se cifra una recomendación de ingesta mínima de calcio para
prevenir la osteoporosis de tan sólo 400-500 mg, y eso en cuanto a adultos de
países con altas tasas de fracturas. Es una cifra muy fácilmente conseguible
con una dieta sin lácteos. No se establecen recomendaciones mínimas de ingesta
para países con bajas tasa de fracturas. Se justifica esta postura afirmando que en tales países hay que tener
en cuenta el papel desempeñado por otros nutrientes además del calcio: vitamina
D, vitamina K, sodio, proteína y fitonutrientes
En el Manual de la Clínica Mayo, libro importantísimo en el
ámbito de la dietética, se afirma que “no hay datos que demuestren de forma
concluyente que los pacientes osteoporóticos consuman menos calcio que los
sujetos control”.
El Doctor Hegsted, profesor emérito de nutrición en la
Universidad de Harvard considera que existe poca evidencia de que el mayor
consumo de calcio prevenga efectivamente las fracturas osteoporóticas, y afirma
que “asumir que la osteoporosis se debe al déficit de calcio es como asumir que
la infección se debe al déficit de penicilina"
Por su parte, el Dr Weinsier, presidente del Departamento de
Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Alabama en Birminghan, en un
estudio publicado en el año 2000, concluyó que “no está científicamente
demostrado que deba recomendarse la ingesta de lácteos diariamente para
promover la salud ósea”
Owusu et al. compararon estudios de seguimiento en 1997 y
sus resultados fueron que no existe relación entre la ingesta de calcio y la
incidencia de fractura de cadera y antebrazo en hombres
Por su parte, Cumming et al., en un estudio de cohortes con
9.704 mujeres de más de 64 años, no encontraron beneficio en el consumo de
calcio sobre el riesgo de fractura en cadera, tobillo, húmero proximal, muñeca
y vértebras
Un estudio de 1994, de nuevo de Cumming et al, mostró que un
consumo superior de lácteos estaba asociado con un mayor riesgo de fractura de
cadera: los individuos que más lácteos consumían presentaban aproximadamente el
doble de riesgo de fractura de cadera que
los del consumo mínimo; el consumo de lácteos, sobre todo a la edad de
20 años, se asoció con un riesgo incrementado de fractura de cadera en la vejez
En un estudio prospectivo de doce años de duración
publicado en 1997, se valoró la ingesta de leche y otras fuentes de calcio de
77.761 enfermeras y se concluyó que una mayor ingesta de calcio no protegía
contra la fractura de cadera o de antebrazo. De hecho, las participantes en el
estudio que consumían más de 450 mg diarios de calcio procedente de lácteos,
doblaban su riesgo de fractura de cadera
Más recientemente, Feskanich et al, han publicado un estudio
en que, tras un seguimiento de 72.337 mujeres posmenopáusicas durante 18 años,
no se ha observado relación entre el consumo de calcio y lácteos y el riesgo de
fractura de cadera
La revista Journal of Bone and Mineral Research ha publicado
en mayo de 2003 un estudio realizado con 9.074 mujeres seguidas por un período
de 10 años, en el que no se ha observado relación entre el consumo de
suplementos de calcio y fractura de cadera
En la última edición del libro Human Nutrition and
Dietetics, uno de los textos más importantes de nutrición se afirma que, “en el
crecimiento, la composición y la masa del esqueleto influyen varios factores,
de los cuales la nutrición es solamente uno"
La AMERICAN DIETETIC ASSOCIATION afirma que los veganos no
parecen necesitar suplementos de calcio en su dieta por el hecho de no tomar
lácteos, y argumenta que las deficiencias de calcio en cualquier tipo de dieta
vegetariana son raras y que existe poca evidencia científica que demuestre que
ingestas por debajo de las recomendaciones causen problemas de salud en los
vegetarianos
De nuevo, la AMERICAN DIETETIC ASSOCIATION afirma que “las
personas que siguen una dieta vegana pueden mantener su balance de calcio con bajas ingestas, debido
a que sus dietas contienen menos sodio y menos proteína”
Algunos autores, así como la AMERICAN DIETETIC ASSOCIATION
afirman que los vegetarianos son más
eficientes que los omnívoros en lo que respecta a la absorción y retención de
calcio.
En marzo de 2003, la revista Agricultural Research publicó
un estudio sobre este tema realizado por expertos del Centro Occidental de la
Investigación de la Nutrición Humana situado en Davis, California. En él, los
autores dividieron a 48 mujeres en dos grupos, vegano y omnívoro, y tras un
seguimiento de diez meses concluyen que, pese a que la resorción ósea fue igual
en los dos grupos, la formación de hueso fue significativamente mayor en las
mujeres veganistas. Este resultado sorprendió a los investigadores, ya que la
ingesta de calcio era muy superior en las mujeres omnívoras
En noviembre de 2004, se ha publicado un estudio en el que
se observa que, a mayor consumo de lácteos, mayor eliminación de calcio
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