domingo, 28 de abril de 2013

LA LECHE MATERNA










                                  


LA LECHE MATERNA



La leche materna tiene más de 700 bacterias: Riqueza microbiana que protege al bebé

Investigadores españoles han trazado el mapa de la microbiota bacteriana en la leche materna, el principal alimento de los recién nacidos. Este estudio revela una mayor diversidad microbiana de la inicialmente pensada: algo más de 700 especies.

Miércoles, Febrero 13, 2013      Print-A A +A
La leche materna es uno de los factores que determina cómo será la flora bacteriana que se desarrolle en el recién nacido. Sin embargo, su composición, así como el papel biológico de estas bacterias en el niño, siguen sin conocerse.


El alimento más rico y sano
Amamantar es dar vida y amor, es alimentar, proteger y comunicarse con el bebé. La leche materna es muy importante, fundamental y vital en los primeros meses de vida. Además, el amamantamiento fortalece una relación especial entre la madre y su bebé.
La lactancia materna es la manera más fácil de alimentar al recién nacido, ya que es económica, fácil, segura y rápida. Pero hay que tener en cuenta que muchos medicamentos que consume la madre que amamanta se transfiere a su leche, por lo que se debe evitar cualquiera que no sea esencial y consultarlo siempre con el médico. Asimismo, existe una serie de alimentos que no se recomiendan mientras se está amamantando: coliflor, espárragos, repollo, cochino, condimentos, café, chocolates, granos.
En el caso de la mamá, amamantar disminuye la probabilidad de sufrir cáncer de mama, evita hemorragias después del parto, y además le ayuda a recuperar su figura más rápidamente. Respecto a los beneficios para el bebé, éstos son muchos. La leche materna lo protege contra enfermedades, principalmente la diarrea. Recibe una nutrición que lo previene de la desnutrición y la obesidad; además no le provoca alergias. Tiene menos probabilidades de tener caries o tratamientos de ortodoncia como los niños que se alimentan con biberón. No necesita otros líquidos, aún en climas calurosos; ni tampoco necesita otros alimentos durante los seis primeros meses.
La leche de los primeros días, llamada calostro, es amarillenta y espesa. Es rica en anticuerpos que protegen al bebé de infecciones graves, además tiene efectos laxantes y ayuda a que el niño evacue el meconio de su intestino, eliminando así la bilirrubina, que en exceso provoca ictericia (color amarillento de la piel).
Durante los primeros siete días, el calostro va perdiendo su color, y la leche se va poniendo cada vez más blanca. Esta leche es de dos clases: aguada y escasa, que se produce y junta en los pechos en los intervalos entre las mamadas. Y la que se produce durante las mamadas, la cual es abundante y espesa, sacia, alimenta y engorda al bebé. Es más blanca porque contiene más cantidad de grasas y proteínas. En resumen, la llamada “leche aguada” es la primera que el bebé toma y calma la sed; y la llamada “leche gorda” es la segunda que toma el bebé, y que calma su hambre.

En caso de que la mamá trabaje, lo ideal es que se organice para que en las horas de separación el bebé siga recibiendo la leche materna. Primero, tomarse toda la licencia que pueda, y hacer uso de las horas que le dan por lactancia (asesorarse y hacer valer sus derechos).
Si el bebé se encuentra a corta distancia del lugar de trabajo de la mamá, ésta podrá ir a amamantarlo haciendo uso de su tiempo de lactancia otorgado por la ley. Pero si el bebé se encuentra alejado del trabajo, hay que hacer lo posible para que continúe con la mejor alimentación. En estos casos la leche materna se puede extraer y conservar sin mayores dificultades, y se la puede dar al bebé en taza o con cuchara, o aún en biberón cuando éste sea mayor.
La leche se puede empezar a extraer dos semanas antes de regresar al trabajo. La extracción puede ser manual (la mejor) o con sacaleches-mamadera

En unas muestras de calostro, el líquido que secretan las mamas los días que suceden al parto, han encontrado más de 700 especies de estos microorganismos, más de los que inicialmente esperaban los expertos. Los resultados se publican en el American Journal of Clinical Nutrition.

“Es uno de los primeros trabajos en describir esta diversidad mediante la técnica de pirosecuenciación –una tecnología de determinación de secuencia de ADN a gran escala– en muestras de calostro, por un lado; y de leche madura, por otro, que fue recogida después de uno y seis meses de lactancia materna”, explican los coautores, María Carmen Collado, investigadora del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC) y Alex Mira, investigador del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP-GVA).

La leche materna es el alimento más completo, la vacuna perfecta para el recién nacido.
Los géneros bacterianos más presentes en las muestras de calostro se corresponden con las bacterias Weissella, Leuconostoc, Staphylococcus, Streptococcus y Lactococcus, mientras que en las correspondientes al fluido que se desarrolla entre el primer y el sexto mes de lactancia se observó la aparición de bacterias típicas de la cavidad bucal como Veillonella, Leptotrichia y Prevotella.

“Todavía no se ha podido determinar si estas bacterias colonizan la boca del bebé o si las bacterias de la boca del lactante entran en la leche materna cambiando su composición”, apuntan los autores.

Más peso de la madre, menos bacterias
El estudio revela, además, que la leche de las mujeres con sobrepeso y de las que ganan más kilos de los recomendados durante el embarazo contiene menor diversidad de especies.

El tipo de parto también afecta al microbioma de la leche materna: la producida por las madres sometidas a cesáreas programadas es diferente y más pobre en microorganismos que la de las mujeres con parto vaginal.  Sin embargo, cuando la cesárea es no programada (intraparto), la composición de la leche resulta ser muy similar a la de las madres con partos vaginales.

Estos resultados sugieren que el estado hormonal de la madre ante el parto también desempeña un papel: “La falta de señales de estrés fisiólogico, así como de las señales hormonales propias del trabajo de parto, podrían influir en la composición y diversidad microbiana de la leche materna”, afirman los autores.

Una ayuda para la industria alimentaria
Dado que las bacterias presentes en la leche materna representan una de los primeros contactos con los microorganismos que colonizan el sistema digestivo del bebé, los investigadores están trabajando ahora en determinar si su papel es metabólico –ayuda al lactante a digerir la leche– o inmunitario –ayuda a distinguir los organismos beneficiosos de los extraños–.

Para los autores, los resultados abrirán nuevas vías para diseñar estrategias de alimentación infantil que mejoren la salud del bebé. “Si las bacterias de la leche materna descubiertas en este trabajo fueran importantes para el desarrollo del sistema inmune, su adición a la leche de fórmula podría disminuir el riesgo de alergias, asma o enfermedades autoinmunes”, concluyen

Existen evidencias científicas para afirmar que la lactancia materna es el mejor alimento para los bebes y también para sus madres.
Porque contiene todo lo que el bebe necesita para prevenir enfermedades en sus primeros meses de vida, como puede ser  diarreas, otitis, catarro o muerte súbita. También para su edad adulta como  arteriosclerosis e infartos Y por supuesto que fortalece el desarrollo intelectual del bebe.
 Pero dijimos que la lactancia materna también es beneficiosa para la madre, porque mediante ella, las mujeres bajan los kilos del embarazo de manera más rápida, y la proporción de sufrir depresiones post parto es menor en estos casos, entre otras cosas
Otras dos características de la  leche materna son que es ecológica, porque no necesita ni envasarse, ni trasportarse, entonces cuida el medio ambiente, y económica, por el ahorro significativo  que se realiza en los primeros 6 meses de tu bebe, en donde solo tomara leche materna; también debido a que provee anti cuerpos hacia las enfermedades, el ahorro también lo notaras en medicamentos y servicios médicos que no utilizaras, mas la perdida de  los días de trabajo.
Estos son algunos de los motivos por los cuales la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones dedicadas a fomentar la lactancia materna, la recomiendan en forma exclusiva durante los 6 primeros meses de vida de tu bebe, y luego como complemento de la alimentación hasta los 2 años.

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