miércoles, 24 de abril de 2013

PROBLEMAS DE DIGESTION










                                                    



PROBLEMAS DE DIGESTION



  

Si se sufren digestiones pesadas, se pueden probar estos saludables consejos antes de recurrir a los productos farmacéuticos.

Comer con moderación. Promueve una vida saludable. En algunas culturas orientales se considera que lo ideal es comer hasta sentirse lleno en un ochenta por ciento. Cuando el estómago comience a digerir los alimentos, la sensación de hambre cesará.



Masticar bien la comida antes de tragarla. Los hidratos de carbono necesitan ser previamente digeridos por la ptialina, una enzima alcalina que se encuentra en la saliva.


Tomarse tiempo. Los líquidos también deben ser ingeridos lentamente, como los alimentos sólidos. El tiempo mínimo empleado para ingerir una comida debería ser de media hora.


Evitar temperaturas extremas en alimentos y bebidas. El alimento excesivamente caliente, irrita la sensible mucosa del paladar y del esófago, y ello perjudica la salivación y la peristalsis (movimientos rítmicos de los órganos para empujar los alimentos).


Evitar los líquidos helados. Cuando éstos llegan al estómago lleno de comida, los pequeños conductos que segregan el jugo gástrico se contraen debido al frío, con lo que interrumpen la digestión desencadenándose la putrefacción del bolo alimenticio. Cuando la temperatura del estómago se normaliza de nuevo, ya es tarde para iniciar una digestión correcta.


El vino y la cerveza tomados con moderación son bebidas fermentadas que contribuyen a facilitar la digestión.


Cocinar los alimentos de forma adecuada. Los panes o pastas de trigo cuya cocción ha sido insuficiente pueden ser indigestos. Las legumbres deben someterse a remojo como mínimo ocho horas antes de cocinarlas.


Establecer un horario regular para las comidas y hacerlo en un ambiente tranquilo y relajado. El organismo responde mejor a rutinas horarias




De los órganos más afectados con el estilo de vida que llevamos los adultos, son los relacionados con la digestión. Hábitos como el licor y el cigarrillo repercuten e

n el estómago. Otra pieza clave ligada a los trastornos digestivos es el estrés y la sobrecarga emocional. Si no tenemos una alimentación adecuada, y nos excedemos en condimentos, grasas y comida basura nuestro organismo empieza a funcionar deficientemente.

A continuación explicamos las enfermedades digestivas más comunes de la actualidad.

Gastritis
La gastritis (dispepsia) es una enfermedad inflamatoria de la mucosa gástrica. Se clasifica como gastritis aguda cuando dura poco tiempo, y crónica cuando el paciente la padece por meses o años. Entre las causas están la dieta inadecuada, la masticación deficiente, comidas muy calientes o muy frías, tabaquismo, infección estomacal con la bacteria Helicobacter pylori, medicamentos como la aspirina, infecciones virales, ansiedad e ingestión de sustancas tóxicas. Si tienes dolor abdominal, indigestión frecuente, vómitos con sangre, inapetencia, acidez, debes visitar al médico pues estos son signos de gastritis.

El tratamiento debe incluir cambios de alimentación, reposo en cama, algunas veces medicamentos y evitar los hábitos mencionados anteriormente. En caso de que la gastritis esté originada por la bacteria Helicobacter pylori será tratada con antibióticos.


Síndrome de Colon / Intestino Irritable (SII)
Es una enfermedad de la movilidad del intestino. Afecta a un 15 por ciento de adultos durante su vida. Es más frecuente en mujeres que hombres, especialmente entre los 20 y 30 años de edad. Los factores que influyen son la dieta, el estrés, el uso de laxantes y la menstruación.

Sus síntomas incluyen distensión abdominal, flatulencias, estreñimiento o diarrea y dolor estomacal.

Para aliviar este padecimiento debes tener una dieta alta en fibra, practicar un deporte, evitar el estrés y realizar comidas livianas cinco veces al día.


Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
Un adulto promedio tiene 35 millones de glándulas digestivas y produce los jugos gástricos, que son de los ácidos más corrosivos que existen. Cuando el estómago está haciendo la digestión libera estos jugos, pero no maltratan a éste órgano porque está cubierto de una capa que lo protege, por el contrario el esófago no tiene ninguna protección y es así como si el esfínter esofágico interior no se cierra, los ácidos llegarán hasta el esófago y lo dañan.

Ciertos síntomas del reflujo son la acidez estomacal, ardor en el pecho, boca amarga, agrieras, tos crónica, hemorragias, faringitis y laringitis. Entre los elementos que empeoran el reflujo encontramos el alcohol, el café, la nicotina, el tomate, los cítricos, las mentas, el ajo, la cebolla, el picante, las gaseosas y el vinagre.

El reflujo puede atrofiar las cuerdas vocales y causar ronquera. Si no es tratado causa úlceras del estómago y aumenta el riesgo de cáncer. En casos más graves puede inflamar los pulmones y ocasionar otros problemas respiratorios.


Colitis
Es la inflamación de la mucosa del intestino grueso. Son varios los tipos de colitis, tales como la isquémica, amebiana, vírica, idiopática, y ulcerosa.

Presenta molestias como diarrea, dolor estomacal, flatulencias, escalofríos, deshidratación, fiebre y sangre en las deposiciones.

Tu médico de cabecera es el encargado de diagnosticar la enfermedad y dependiendo de la causa se establecería el tratamiento. Por ejemplo si es de carácter viral, el remedio estaría en antibióticos, o si se trata de un caso de amebas la solución serían medicamentos antiparásitos.

Tal y como en las otras enfermedades digestivas es importante realizar cambios en la alimentación, se recomienda una dieta blanda, mucho líquido, reducir el nivel de estrés, eliminar el alcohol y el cigarrillo, suprimir las carnes rojas y los condimentos.

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